"Poesía Completa" de José Watanabe, -editado por Pre-Textos-, está prologado por el colombiano Darío Jaramillo, que desvela los rasgos de una poesía tan personal como sutil. Sitúa a Watanabe en su contexto vital, señalando la relación con el padre, un emigrante japonés que llegó a Perú en 1916, o cuenta que a José Watanabe le apasionara la pintura, estudió arte y practicara las artes plásticas y escénicas.
Sorprenden las imágenes y la precisión expresiva que Jaramillo justifica porque "el ojo de este hombre sabía hablar" o porque, "los ojos de este poeta ven cosas que la cámara no capta", o porque pueda referirse a su visión como a "una rendija que rasga las apariencias":
Esa capacidad de atravesar las apariencias le permite percibir y transmitir nuevas sensaciones y convertirlas en versos que detienen por su precisión, sequedad y música inusual. Jaramillo, también poeta, remarca la capacidad del poeta peruano para tratar con la misma sutileza lo refinado o lo kitsch. Sus poemas están sustentados por un ritmo sosegado y a menudo en ellos subyace un humor, melancólico y burlón... que sorprende y conmociona.
Giotto.La última Cena,1303, fresco 200 x 185 . Capilla Scrovegni, Padua.
Andrea del Castagno, Última Cena, h 1445-50. fresco, Santa Apolonia, Florencia.
Leonardo, Última Cena, mural, h1495, Santa Maria delle Grazie, Milán. Tintoretto, La Última Cena, 1592-4, 365 x 570 cm. San Giorgio Maggiore, Venecia.(ampliar imágenes)
Se desearía saber qué imagen de "Última Cena" tenía Watanabe y si había rasgado alguna de las pinturas clásicas de la historia del Arte para por la rendija abierta presenciar los preparativos de la mesa y la llegada de los comensales;
pudo tener presente la austera monumentalidad de la Cena de Giotto,o la fría simetría de la de Castagno, aunque la exagerada geometría de la mesa y el mantel excluyan las manos de una mujer solícita;
la fastuosidad de Tintoretto, mezclando, doblemente, lo sobrenatural, parece excesiva...; y el misterio de Leonardo...; si el detonante no fue alguna cálida pintura de arte popular cercana y expresiva.
Pero el origen pudo estar sólo en la palabra de Mateo ( 26), Marcos (14), Lucas (22) o Juan (13). Mateo hace referencia a los momentos previos a la cena, a que hubiera preparativos; en una frase-rendija por la que pudo colarse el poeta y contemplar la visión: "Al atardecer se puso la mesa con los Doce." (Mt 26 20)
pudo tener presente la austera monumentalidad de la Cena de Giotto,o la fría simetría de la de Castagno, aunque la exagerada geometría de la mesa y el mantel excluyan las manos de una mujer solícita;
la fastuosidad de Tintoretto, mezclando, doblemente, lo sobrenatural, parece excesiva...; y el misterio de Leonardo...; si el detonante no fue alguna cálida pintura de arte popular cercana y expresiva.
Pero el origen pudo estar sólo en la palabra de Mateo ( 26), Marcos (14), Lucas (22) o Juan (13). Mateo hace referencia a los momentos previos a la cena, a que hubiera preparativos; en una frase-rendija por la que pudo colarse el poeta y contemplar la visión: "Al atardecer se puso la mesa con los Doce." (Mt 26 20)
LA ÚLTIMA CENA
YO dispuse sobre la larga mesa los alimentos
de la Pascua.
Soy vieja y sé quién está coronado por la muerte. Era Él.
No me atreví a consolarlo
porque mirando por la puerta la triste noche de Jerusalem
empezó a destazar para sus discípulos
el gran pan
como si fuera un animal de trigo.
Abandoné discretamente el comedor cuando Él decía:
cada pedazo de pan que reciben soy yo.
Uno de los doce preguntó:
¿estás empezando una parábola, Maestro?
Afuera pensé:¡qué poco avisados sus discípulos
que no ven que el hombre está coronado por la muerte
y que pan o carne es lo mismo!
Cuando se marcharon
mi vecina me acusó de exagerada e imaginera:
Él siempre habla con símbolos, me dijo;
pero en el comedor vacío, entre las migajas y el vino,
percibí el límpido olor de una herida.
ORACIÓN EN GETSEMANÍ
El Greco, Oración en el huerto, 1590-98, Toledo (Ohio)
Domenico Theotocopuli, conocido como El Greco, nació en Candia -Creta- h.1541 y murió en Toledo en 1614. Su primera formación en la isla griega estuvo dentro de la estética bizantina de iconos con tendencia a la bidimensionalidad y una religiosidad llena de misticismo. En 1567 estaba en Venecia, en el taller de Tiziano y esta estancia marca en lo más profundo su estilo con la preferencia por el color frente al dibujo y la suntuosidad de la pincelada que harán para siempre de él un pintor veneciano, aunque a su manera; en Venecia aprende también los secretos de la representación en profundidad que terminará usando de forma indefinible.
Diez años después se instala en Toledo. Ha llegado a España atraído por las posibilidades de trabajo que ofrece El Escorial que está construyendo Felipe II , aunque el rey, clásico en sus gustos, no llegara a apreciar su pintura.Está en la mitad de su vida, tiene 36 años, la otra mitad la pasa en España. La España de la Contrareforma y de la mística, Toledo...confluyen en este pintor visionario que lleva las "extravagancias" del manierismo a sus confines, pero que cuando lo cree necesario puede pintar las apariencias con una verdad asombrosa (mitad inferior de El Entierro del conde de Orgaz, o algunos retratos, en los que también es maestro).
De La Oración en el Huerto tiene varias versiones. En ésta de Ohio, dominan los espacios irracionales, fragmentados e impracticables, los volúmenes expresados como concavidades y colores y luces lívidos; Cristo está ante el Cáliz que le ofrece al Ángel; los discípulos duermen un sueño-crisálida,y a lo lejos los soldados se acercan a prenderle.No están los olivos, ni los pájaros, ni los insectos, no las ranas del también extraordinario poema de Watanabe, pero sí el desamparo total y la soledad de sus versos.
ORACIÓN EN GETSEMANÍ
LOS olivos nunca crecen con decidido afán
de cielo, irguiéndose rectos y sin dudas.
Los olivos se retuercen nudosos y ásperos
como gente atormentada.
Entre ellos viniste a recogerte como una grave montaña.
Ranas y pájaros te ven de rodillas y desolado
y luego vuelven a sus asuntos:
las ranas tras los insectos
y los pájaros a cantar su celo: esa es la soledad,
cuando todo está desacordado de uno.
¿Percibes, ahora, Señor, lo que el enfermo que despierta
de madrugada
y siente que la soledad le entristece cada órgano,
y la noche y su pesar
le parecen más vastos que Dios?
Entre los olivos. Tú eres el destinatario
de tus propias bienaventuranzas,
pobre de espíritu, hambriento, lloroso, sediento
de justicia y con el rumor de una persecución.
Tal vez nunca has estado más cerca del Padre.
Ya estás en el Padre.
La muerte que se acerca
será sólo una sangrienta anécdota.
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José Watanabe: Poesía Completa, Editorial Pre-Textos.
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