" Una civilización literaria no se construye a base de lecturas, sino de relecturas; quizá hasta una civilización a secas.[...]Releer es esa alianza discorde, reencontrar, reconocer y descubrir a la vez; encontrar lo que la lectura anterior o incluso alguna otra lectura no nos había revelado. El libro releído nos ofrece algo que ninguna lectura, por precisa que sea, podía darnos"./Giorgio Manganelli, 1990

viernes, 20 de agosto de 2021

Kerstin Brätsch artista visual

 





Hace más de un siglo comenzó  a resquebrajarse el Arte Occidental tal como se pensó en el Renacimiento: el arte mímesis y reproducción de las apariencias y el parámetro de belleza como equilibrio, armonía y proporción. Ese modelo aún lo tuvo en cuenta  el Impresionismo pero el Fauvismo,(1905) proclamó la autonomía del color al margen de la naturaleza y el Cubismo (1908), fragmentó la figura y el espacio para introducir el tiempo. En 1909 el Futurismo italiano en el Manifiesto que encabezó Marinetti, entre algunas ideas delirantes, introdujo la velocidad y el dinamismo de la vida moderna y muchos aspectos como el absurdo que recogería y amplificaría  Dadá, que se declararía antiarte mientras el Surrealismo (1924) introduciría  el automatismo psíquico, los sueños y el inconsciente. 
Marcel Duchamp coronó  la ruptura con dos conceptos radicales: "quién es un artista" ( alguien que  se proclama como tal) y "qué es arte" ( aquello que dice un artista que lo es) y de paso con sus "vidrios" dio a la pintura por muerta. 
Y así se llegó al arte llamado abstracto y  al arte conceptual en el que las ideas son más importantes que los objetos realizados, sean pintura, escultura o un conjunto  de todo ello y lleva a esa clase de obras  que hace preguntarse con desconcierto  "¿pero, esto es arte?"

               

Y sin embargo durante el siglo veinte y hasta hoy la pintura ha  sobrevivido metarmofoseándose, buscando otros objetivos, y utilizando otras técnicas y otros materiales, más objetos encontrados, más vídeo, etc... formando el collage de las performances o las instalaciones  multimedia.

Kerstin Brätsch, Hamburgo, 1978, es una de esos artistas que actualmente certifican la vitalidad de la pintura,una artista visual que estudió arte en las universidades de Berlín y Columbia y actualmente reside  en Nueva York  donde   trabaja en dilatar los límites de la pintura, de  la abstracción  y del arte  creando  obras impactantes que no dejan indiferente.   








Su método de trabajo incluye cualquier cosa excepto la pintura con pincel; usa óleo, vidrio, rocas volcánicas, papel de aluminio,tubos de neón... Realiza piezas de gran tamaño que expone de forma especial a menudo sostenidas por imanes y combinándolas en interesantes performances partiendo de el poder del lenguaje y su ambigüedad, buscando expresar conceptos abstractos, el calor, el frío..., utilizando de forma creativa una combinación ,caótica en principio, de materiales con los que crea un universos sofisticado y elegante, inusual.