25. XII. 1993
¿Qué hace falta para un milagro? A una zamarra de pastor,
un granito de ayer y una pizca de hoy
y mañana, añádeles a ojo
un trocito de espacio y una miga de cielo.
Y el milagro se hará. Porque los milagros
gravitan en torno a la tierra y guardan
nuestras direcciones. Y tanto es su afán por encontrarnos
que incluso en el desierto dan con quien lo habita.
Y, si dejas tu casa, al despedirte,
enciende la estrella de cuatro velas
para que ilumine el mundo vacío, y te siga
con su mirada por los siglos de los siglos.
1993
¿Qué hace falta para un milagro? A una zamarra de pastor,
un granito de ayer y una pizca de hoy
y mañana, añádeles a ojo
un trocito de espacio y una miga de cielo.
Y el milagro se hará. Porque los milagros
gravitan en torno a la tierra y guardan
nuestras direcciones. Y tanto es su afán por encontrarnos
que incluso en el desierto dan con quien lo habita.
Y, si dejas tu casa, al despedirte,
enciende la estrella de cuatro velas
para que ilumine el mundo vacío, y te siga
con su mirada por los siglos de los siglos.
1993
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