" Una civilización literaria no se construye a base de lecturas, sino de relecturas; quizá hasta una civilización a secas.[...]Releer es esa alianza discorde, reencontrar, reconocer y descubrir a la vez; encontrar lo que la lectura anterior o incluso alguna otra lectura no nos había revelado. El libro releído nos ofrece algo que ninguna lectura, por precisa que sea, podía darnos"./Giorgio Manganelli, 1990

martes, 6 de marzo de 2012

Charles BUKOWSKI escribe...



A algunos Charles Bukowski les atrae por la sinceridad y el desparpajo con que trata el sexo, y él lo cultiva; y a veces lo dice como en su poema El pájaro azul , y sigue -hasta cierto punto- el papel que le adjudican sus adictos porque hay una "adicción Bukowski" -como se comprobará en el  texto siguiente. También dice que necesita escribir y ser leído, para no volverse loco pero   junto a la naturalidad y desfachatez  de que le hace gala Bukowski lo importante es que sea  un gran poeta, aunque por otros medios.

FINGIRSE POETA Y SERLO

12/4/1992 11.42 de la noche




   ¿Por dónde empezar? Bueno fue Nietzsche quien ,cuando le preguntaron por los poetas, respondió: "¿Los poetas? Los poetas mienten demasiado." 
Al leer poesía del pasado y de nuestros días, esta crítica parece jodidamente acertada. Por los visto hay tanta pose, tanto pavoneo...tanto fingirse poeta, ese mensajero escogido de los dioses. Creo que si los dioses escogieron a la mayoría de nuestros poetas, entonces, sin duda, escogieron mal. Naturalmente, el ritmo y los embustes abundan en todas las Artes, pero creo que a los poetas es a quienes mejor se les da mancillar su disciplina particular. 
Y reconozco que es mucho más sencillo criticar la poesía que escribirla. Cuando era muy joven  disfrutaba leyendo los artículos críticos del Sewanee Review y el Kenyon Review sobre poesía. Esos críticos eran tan encantadores, tan snobs, tan resguardados, tan endogámicos, que -en ocasiones-  se mostraban crueles con otros críticos hasta el punto de resultar graciosos. Se hacían pedazos limpiamente con el lenguaje más exquisito, y yo lo admiraba, porque mi propio lenguaje era más bien brusco y directo, cosa que prefería, aunque su estilo me maravillaba profundamente. Ah!, que manera tan caballerosa de llamarse gilipollas e idiotas. 
Aun así, al margen de eso, tenía cierta idea de lo que iba mal con la poesía y lo que cabía hacer al respecto. Pero fíjate, cuando acudía a la poesía en las páginas de esas publicaciones, era muy mala poesía: pretenciosa, pálida, poco convincente, fangosa, aburrida...Era un insulto a esas páginas. La lucha había desaparecido, el riesgo había desaparecido. Era leche agria. Era la miseria de andarse con sumo cuidado. Y cuando los propios críticos probaban suerte con el poema, dejaban en alguna otra parte lo que les quedaba de alma. La poesía es el campo de pruebas definitivo y entre quienes lo han intentado en nuestra época o en siglos muy pocos han superado la prueba. 
La poesía proviene de donde has vivido y como has vivido y de lo que te hace crearla. La mayoría de la gente ya ha entrado en el proceso de la muerte para los 5 años, y con cada año que pasa queda menos de ellos en el sentido de que ser original empieza por la oportunidad de abrirse paso y alejarse de lo que resulta evidente y lo que mutila. Por lo general quienes lo consiguen han tenido experiencias vitales y siguen teniendo experiencia vitales que los hacen diferentes, los aíslan de tal manera que se convierten en maravillosos bichos raros, visionarios con sus propias visiones. Tal vez entre en juego cierta suerte pero no exactamente, porque a diario se nos ofrecen opciones, y si uno escoge mal con demasiada frecuencia, en contra de la vida, no tardará en estar muerto mucho antes de su funeral. 
A quienes mejor se les da la poesía es a aquellos que tiene que escribirla y seguirán escribiéndola sea cual sea su resultado. Pues si no la escriben, ocurrirá alguna cosa: asesinato, suicidio, locura, Dios sabe qué.  El acto de escribir la Palabra es el acto del milagro, la salvación, la suerte, la música, el seguir adelante. Despeja el espacio, define la bazofia, te salva el cuello y de paso le salva el cuello a algún otro. Si de alguna manera se deriva de todo ello la fama, no hay que hacerle ningún caso, hay que seguir escribiendo como si el siguiente verso fuera el primero. 
Asimismo, hay otros escritores, aunque muy pocos. Pero en mi caso hay tal vez 6 o7 que me hicieron seguir adelante cuando todo lo demás me decía que parase.
Y aunque debemos hacer caso o miso de los elogios, hay ocasiones en las que nos podemos permitir sentirnos bien un poquito. Recibí una carta de un preso en una cárcel australiana que me escribió ."Tus libros son los únicos libros que pasan de celda en celda".
Pero ya he hablado suficiente aquí sobre escribir poesía; todavía queda tiempo esta noche para escribirla. Unas cuantas cervezas, un puro, música clásica en la radio. Nos vemos.

Charles Bukowski




"La dificultad de traducir a Bukowski estriba- como la de su correcta lectura- no tanto en su complicación -que la tiene- como en su desconcertante sencillez, que exige ser bien interpretada. De lo contrario se pierde ese mosaico de distintos niveles que presenta su lengua y esa variedad de tonalidades con que él ha hecho literatura de su modo de hablar.// Bukowski no es el "poeta fácil"que algunos han querido ver sino el gran poeta que con muy pocos y no prestigiados materiales, ha sabido construir un corpus ideológico  musical  y poéticamente coherente".[...]  ABC cultural, 10 marzo 2012. Jaime SILES



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