" Una civilización literaria no se construye a base de lecturas, sino de relecturas; quizá hasta una civilización a secas.[...]Releer es esa alianza discorde, reencontrar, reconocer y descubrir a la vez; encontrar lo que la lectura anterior o incluso alguna otra lectura no nos había revelado. El libro releído nos ofrece algo que ninguna lectura, por precisa que sea, podía darnos"./Giorgio Manganelli, 1990

sábado, 18 de diciembre de 2010

LEZAMA LIMA/ El Lector y Paradiso/ 19 dic. 1910




Carlos Alberto Montaner, El Independiente, 15marzo2020
Fidel Castro en la era de Lezama Lima .



Lezama Lima , retratado por Jorge Arche en 1938


"La musique souvent me prend comme une mer!/ Vers ma pâle étoile,/ Sous un plafond de brume ou dans un vaste éther./Je mets à la voile";/... Baudelaire


Los versos que Baudelaire dedica a la música y al efecto que produce y se pueden aplicar a los sonidos y el ritmo de la poesía,  crean una imagen poderosa de la capacidad del arte para arrancar de la realidad común y a través  de  sensaciones y emociones trasportar a otras realidades.  El lector de Paradiso, mientras lee la novela  puede sentir el  "me prend comme une mer", aunque en este caso el oleaje esté hecho de palabras .
Eloísa y su hermano


La edición de Paradiso  de  Eloísa Lezama Lima se inicia con una Advertencia a los lectores que en realidad es un homenaje de gran calidez y proximidad a la figura de su hermano y su  obra:
             
"...fue un creador que invencionó un sistema poético del mundo; que fue catalogado como el mejor conversador de su época; que llegó a acumular una suma gigantesca de vocabulario; que fue llamado místico de la cultura; que intentó hacer visible lo invisible; etc, etc.; pero no deben olvidar que José Lezama Lima es para mí, más que nada, un hermano que me enseñó a leer y me preparó para una vida más amable al mostrarme el cultivo de la sensibilidad y la magia del conocimiento."
Para Lezama Lima sirven también las palabras que él dedico en 1941 a un James Joyce que acababa de morir y que cita su hermana, reclamándolas esta vez para Lezama:
..."Si él había afirmado que a su obra le había dedicado su vida, y que por tanto reclamaba que el lector le entregara su vida también"
Hay ciertas similitudes entre Paradiso y el Ulises , -aunque la novela de Joyce tenga mayor trascendencia para la literatura general y la obra de Lezama para la literatura en español-,  ambas obras son monumentos de lenguaje y de innovación literaria, y por su ruptura con lo anterior han debido inventarse sus propios lectores: alguien que les conceda un margen de confianza tras las primeras dificultades para seguir una escritura no habitual, cuya lectura no se entrega a la primera y hay que ganársela, insistiendo al menos una vez más si es necesario,antes de abandonar.


Para  un simple lector interesado, leer Paradiso es una experiencia inolvidable;se ha dejado arrastrar por un remolino de lenguaje y ha estado varias veces a punto de ahogarse en sustantivos convertidos en verbos o en adjetivos inesperados, rutilantes, en un aluvión de metáforas e imágenes refulgentes a veces de oscuro sentido, pero ha resistido.

Y cuando se ha leído Paradiso una vez, se desea releerle más despacio aunque sea difícil encontrar tiempo entre otras lecturas acumuladas en espera. Pero ahora que se celebra el centenario del nacimiento de Lezama se puede hallar el pretesto para saltarse la  fila de los "libros imprescindibles" que aguardan una primera lectura y empezar Paradiso de nuevo;y comprobar si pasado el tiempo sigue siendo tan deslumbrador como pareció la primera vez y Lezama el mismo escritor que asombró entonces.Y se empieza, Capítulo I:


"La mano de Baldovina separó los tules de la entrada del mosquitero, hurgó apretando suavemente como si fuese una esponja y no un niño de cinco años;abrió la camiseta y contempló todo el pecho del niño que se abultaba y se encogía como teniendo que hacer un potente esfuerzo para alcanzar un ritmo natural;..."
y se continúa hasta las palabras finales: "...podemos empezar". Lezama Lima y su hermana, en La Habana, en 1937
Los hermanos años después...


A José Lezama Lima (La Habana 1910-1976) le tocaron tiempos difíciles. La revolución cubana de 1959 trastocó la vida de la isla y a él, que ya era una figura respetada internacionalmente pero carecía de entusiasmo revolucionario , se le marginó y se le mantuvo varado. En el prólogo de la edición de Cátedra se lee:"
A la llegada al poder de Fidel Castro, un grupo de intelectuales jóvenes lo propone para ocupar la Dirección de Cultura, pero no fue nombrado. Lo nombraron Subdirector del Departamento de Publicaciones con Alejo Carpentier como director del mismo. Su negativa a politizar el cargo le trajo dificultades. Fue trasladado a la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País: allí desempolvó a las grandes figuras del siglo XIX cubano. En 1961 la familia se desbanda y abandona Cuba. Sólo quedan en la isla el poeta y su madre. Sus cartas, según revela su hermana denotan el patetismo y la desolación que esta desintegración familiar le ocasionó."
Otro poeta cubano, Raúl Rivero, confirma las dificultades para vivir, para ser reconocido, para relacionarse que tuvo Lezama aunque en 1966 "a manera de homenaje y apresamiento" se editó Paradiso. Rivero, exiliado en España hace unos años, escribió en agosto de 2007 un artículo en El Mundo : Un peregrino inmóvil donde hay muchos recuerdos del vivir de Lezama en una Habana que después de 1959 se fue convirtiendo en un ahogo, en un lugar donde la libertad había sido sustituída, -provisionalmente-, por la utopía y en un proceso lento pero irrevocable la isla, también inmóvil, se convirtió en un laberinto en el que era difícil moverse, comunicarse con el exterior y del que resultó imposible salir; en otro artículo posterior Rivero habla de la soledad de Lezama Lima.


" Por la noche Maria Luisa y yo leemos algún libro que nos gusta, como el maravilloso Diario de Paul Klee. Me parece que vivo esas existencias maravillosas, mientras permanezco, aunque con disgusto, inmovilizado, pues en el año pasado y en éste he recibido como seis invitaciones para viajar a España, a México, a Italia, a Colombia, y siempre con el mismo resultado. Me tengo que quedar en mi casita hasta que Dios quiera.", escribía a su hermana en 1974 y abundan los testimonios de este tipo en sus cartas familiares: eloísa lezama lima a "el país"


Lezama es un escritor complejo, barroco y surreal, con una curiosidad y una cultura de vastedad poco habituales: clásica en el sentido más amplio, -griegos arcaicos y clásicos,el Génesis, el Libro de los Muertos egipcio; italianos, españoles antiguos y modernos (Góngora,Juan Ramón, Valente...),-pero también cercano a las corrientes generadoras de la poesía moderna, Rimbaud, Valery, Mallarmé...y con interés en la mística, la escolástica, la alquimia (china y europea, con búsquedas tan diferentes); o en la cultura china, desde Lao-Tsé y Confucio hasta los tesoros de imaginación y sabiduría depositados en el I Ching, o en las culturas de la América prehispánica.Todo lo que alimente un sistema, un universo, capaz de lograr que la poesía se manifieste por medio de metáforas e imágenes refulgentes .

Julio Cortázar con Lezama Lima en La Habana. Cortázar que conocía a fondo la obra de Lezama y preparó junto con Monsiváis la edición para la editorial Era , pensaba que la densidad de Paradiso exige un lector arriesgado, capaz de entablar con el texto una batalla árdua, como la que mantuvo Jacob con el Ángel en la Biblia.




José LEZAMA LIMA, Paradiso, Edición de Eloísa Lezama Lima, Cátedra

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 El País, 27 dic 2012.:La carta secreta de Lezama Lima